¡Hasta Marge se ha pegado con esto!...
La lógica digital es inminente, maravillosa e interactiva, y lo mejor es que la haces tú. Como bien dicen los amigos de la web 2.0 "the machine is us". Espero le echen un vistazo a este video, cómicamente esclarecedor de un fenómeno sin parangón. ¡Conversemos de lo que nos interesa...!
"Queremos tener acceso a tu información corporativa, a tus planes y estrategias, a tus mejores ideas y a tu conocimiento genuino. No nos vamos a conformar con tus folletos a cuatro colores, o con tu Web sobrecargado de chucherías visuales pero con muy poca sustancia. " CLUETRAIN
Hace rato que parece que la cosa se empezó a enfriar... al parecer, el movimiento estudiantil, incluso llegado a catalogar de manera infame en los diarios como "la coordinadora estudiantil" (quien tenga un lapsus de recuerdos, es por pura casualidad), ha ido debilitándose. ¿Qué pasó? Muchas parecen ser las causas, una de las más importantes es no haber detectado el momento cumbre de la epidemia para tratar de que no pasara de largo, de reinventarlo, de estructurarlo para que permaneciera en el tiempo. Sin embargo, cluetrain sigue dándonos pistas que podemos aplicar a nuestro contexto.
En una de sus tesis, citada al inicio de este comentario, nos habla de los mercados, que en este caso tendremos como el estudiantado, que con el surgimiento de los líderes de opinión, empezó a ser dejado en segundo plano, de pronto, "los estudiantes" se convirtieron en pocos nombres que saturaron todos los medios a cada instante. Estornudadores promiscuos, algunos con algo de charlatanes.
Figuras que se empezaron a reunir a puerta cerrada, que dejaron de escuchar propuestas y tomaron decisiones motu propio. Un sistema que renuncia a la entropía negativa, tarde o temprano está destinado a morir. Algo de eso hay en todo esto.
Los estudiantes quieren estar en todo, al igual que los mercados, no les interesa recibir el panfleto el día antes de la marcha o de cualquier actividad, no, desean crear, disentir, proponer y participar. Eso es todo. La organización llamada "movimiento estudiantil", tiene a sus gerentes... pero no debe olvidar que depende de los diálogos internos y externos, que hay toda una estructura que si se ignora, puede socavar la credibilidad de muchos darse la vuelta y no apoyar nada. Indiferente.
OJO
¡Ninguna acción es aislada! todo lo que se ha desencadenado desde una sola frase dicha en diciembre del 2006 por el Primer Mandatario Nacional es la prueba de que cualquier acción afecta a todo el sistema. Tú y yo estamos metidos en este lío, es "la gran manta blanca" a la que aludía el detective existencial del "I HEART HUCKABEES", por ejemplo, mientras algunos marchaban, la cosa no estaba normal para quienes decidían estar en sus casas o en la academia, la suspensión de las clases, la inestabilidad de las evaluaciones y toda clase de irregularidades hicieron eco en toda la población venezolana, en el exterior y fue objeto de debate en latitudes que no se circunscriben sólo en nuestro territorio. Así como lo ves, si creías que nada de lo que estaba pasando te afectaba de alguna manera, estabas equivocado. Sea como fuere: somos parte del engranaje que mueve a esa máquina en constante movimiento.
Como hemos visto, las protestas estudiantiles han despertado el interés y la reflexión de todos los sectores políticos del país. Por un lado, quienes alegan que la salida del aire de RCTV es un atentado a la libertad de expresión, han tenido que sentarse a discutir, a debatir ideas e incluso poner en la balanza la representatividad de los líderes en pro de un objetivo común, igualmente lo que apoyan al nuevo canal, han presentado sus argumentos de manera clara y contundente, brindando de esta forma cosmovisiones diferentes que sin embargo se tocan. El aula abierta de 40 estudiantes el viernes antres de la salida del aire del canal del Bárcenas abrió toda una discusión digna de un virus de propagación rápida. Allí el acento, no se trata de quién tienen la razón o no, sino de la llegada de un nuevo actor a la palestra: el estudiantado.
El status quo pareció quebrantarse con el “resurgimiento” del movimiento estudiantil. De un día para el otro, la generación boba y más boba a la anterior, salió a la calle y se convirtió en el bastión de aquellos que levantaban el dedo para señalarlos de apáticos.
A favor o en contra, los titulares de los diarios empezaron a enfocar su atención en los universitarios que tomaron para si una consigna de protesta, la idea de los chicos pulquérrimos, sin mayor interés por el entorno y encerrados en la academia dio un vuelco violento (quizás demasiado), y el virus de un “despertar” contagió rápidamente tanto a los que estaban de acuerdo como a los detractores, generando la necesidad de discutir, de mutar un discurso y añadir a un nuevo actor político que hasta ahora no se había dispuesto hablar. Fue una explosión voraz de una idea que flotaba en el ambiente en espera de una red que pudiera capturarla.
No más de doscientos estudiantes deciden ingresar al sistema METRO en horas del mediodía hasta las 2pm:
¿El objetivo? Protestar por la libertad de expresión.
¿Cómo? Ingresando de cinco en cinco en cada uno de los 8 vagones ida y vuelta por un tramo de cuatro estaciones.
¿El detalle? Llevar una mordaza blanca, no hablar, no obstruir el paso de los pasajeros y cada estudiante, menos el jefe del grupo, con una hoja de papel escrita por ambos lados con palabras como: igualdad, libertad, justicia y pluralidad.
¿El resultado? Miles de pasajeros recibiendo una idea, conversándola, discutiendo los puntos de vista, algunos más apasionados que otros. Un termómetro de opinión pública inesperado.
¿Y luego? Todos los medios de comunicación informaron del evento, los pasajeros del metro, celulares en mano, registraban cada cual el acontecimiento y no faltaron las fotos y los videos que dieran fe de lo sucedido. Miles de caraqueños se infectaron de una idea, la reprodujeron a otros y lo que parecía ser una acción destinada a permanecer detrás de los torniquetes, se transmitió de boca en boca llegando a los oídos de los mayores difusores: los medios de comunicación.
El protagonismo del sector estudiantil en el debate político venezolano se ha convertido en un virus que ha contagiado rápidamente todos los espacios de la vida nacional. Extendiéndose aceleradamente, las ideas-virus de los jóvenes han traspasado las aulas de los claustros universitarios para permear hacia la sociedad. En innegable que el mensaje ha sido contagioso, el discurso del movimiento estudiantil se ha erigido como un verdadero gancho capaz de producir impacto.
En el proceso de cambio que han liderado las universidades pueden identificase tres cualidades propias del mensaje epidémico: en primer lugar la gran capacidad de contagio; por otro lado, la aparición de pequeñas causas que han provocado grandes efectos, tal como ocurrió con el cese de las transmisiones de rctv, pues era difícil imaginar en ese momento que la situación fuese a derivar en una explosión del descontento en las universidades nacionales. Por último, el fenómeno universitario no se ha producido de manera gradual, sino drásticamente, para transformarse en un huracán de ideas que ha ganado fuerza y respeto en cuestión de semanas, algo que muchos catalogan como el despertar de un gigante que permanecía dormido.
